El coach, al tener un papel tan importante durante el proceso de coaching, es protagonista de una gran responsabilidad sobre su cliente o coachee y de una importante confidencialidad. Antes de actuar, el coach debe siempre comentar con su cliente la futura inversión, sus consecuencias, obligaciones y limitaciones. Esto facilita los dos grandes aspectos por los que debe regirse el coach.
Nuestro entrenador tiene unas obligaciones, las más importantes son:
1.La prohibición de crear un abuso de influencia sobre el coachee dejando así que este no tome sus propias decisiones y no respetando sus valores, derechos y su libertad.
2.La utilización de una formación teórica y práctica del tan solo como objeto de continuas mejoras.
3.Si el cliente pide una explicación o una fundamentación teórica de las intervenciones del coach, este debe poder formularlas y explicarlas detenidamente.
4.La obligación de continuar con la misión y no abandonar al coach en ella.
5.No seguir el proceso de coaching que pueda suponer acciones delictivas
6.Una gran confidencialidad que prohibe la comunicación de cierta información a terceros sin previo acuerdo de coach y cliente.
7.No mezclar la relación de coach con cualquier otra posible relación que pueda crear problemas personales y que puedan debillitar al coachee.
Estas y otras normas deben ser pactadas por el coach y el cliente para evitar mal entendidos y polémicas que puedan afectar negativamente sobre el proceso de coaching. Se aconseja que el pacto se realice por escrito para dejar constancia de que se han entendido las obligaciones y deberes de ambos.
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